Tener una piscina con niños pequeños en casa no es mala combinación. Por ello, no está de más montar una valla para asegurar nuestras instalaciones y evitar posibles riesgos. La valla de piscina para niños es sin duda un accesorio de seguridad imprescindible que actúa como barrera para evitar que los niños entren en la piscina. No podemos olvidar que las piscinas privadas también deben contar con este tipo de vallado. Por ello, es fundamental que también prestemos atención a la seguridad en esta zona, además, es uno de los lugares más propensos a accidentes. Para elegir el más adecuado para nosotros, debemos saber que en empresas especializadas podemos encontrar diferentes tipos de vallas de piscina para niños; algunos, más tradicionales; Otros son más creativos, e incluso ecológicos, y algunos elevan la temperatura del agua entre 12 y 15 grados centígrados durante los meses de invierno utilizando energía solar.
Dependiendo de su instalación, puedes encontrar las vallas fijas o desmontables. Como su nombre lo indica, las cercas permanentes son cercas formadas por postes fijados permanentemente al suelo. Tanto si usamos la piscina como si no, si es temporada de baño o no, la valla de protección de la entrada está instalada y evita posibles caídas o accidentes.
Existen muchos tipos de materiales en el mercado, pero los más utilizados son la madera, el PVC y el aluminio. Los últimos sistemas de instalación para casas modernas son las vallas de seguridad de vidrio. Garantizan seguridad, solidez, aumentan el atractivo y el diseño de la casa.
En caso que estés buscando una empresa especializada en las vallas de piscina para niños nosotros podemos recomendarte a Protec Baby, quienes cuentan con una gran experiencia y podrán aconsejarte sobre qué modelo de valla de seguridad es el que más se adapta a tus necesidades.
Por otro lado, las vallas móviles son menos bonitas y elegantes, aunque son muy prácticas, porque permiten un fácil desmontaje y no requieren una instalación demasiado complicada. Por lo general, está hecho de malla o malla metálica, por lo que es menos duradero que el vidrio. Y las personas suelen escoger este modelo porque se pueden adaptar a cualquier forma o espacio y se pueden desinstalar y volver a montarlas en un tiempo de entre 20 o 30 minutos como máximo y su posterior instalación es muy sencilla.
Finalmente, antes de escoger unas vallas de piscina para niños es importante conocer la normativa que regula estos tipos de sistemas, ya que hay unos límites de altura, en el caso de ser piscina pública el cierre deberá de ser automático y que el vallado no sea un impedimento para ver el interior de la piscina.
