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¿Cómo es una piscina de obra?

Las piscinas de obra son esas piscinas que se construyen a base de hormigón vaciado, conformando unos muros de contención y construidas en el lugar, o sea, su instalación tiene que ser en la misma ubicación.

Antes de ponerte manos a la obra para edificar la piscina, has de considerar que las piscinas de obra, como ya bien su nombre indica, van a precisar de obra. Va a ser primordial hacer una excavación para hacer el hueco donde irá, a no ser que se quiera construir una piscina elevada. 

Las magnitudes y la capacidad en las piscinas de obra van plenamente adaptadas al consumidor, es una de sus ventajas. Tú escoges la manera ideal de hacer tu piscina, y así aprovechar ciertos espacios más atípicos. La limitación que va a haber, va a ser el espacio del que dispongas. Por consiguiente, si lo que deseas es una piscina con unas magnitudes bastante específicas, esta será la mejor solución. 

Las mayores ventajas de construir una piscina de obra

Si estás construyendo una piscina de obra, puedes elegir la forma, el tamaño y la profundidad de la piscina que mejor se adapte a tu terreno y necesidades.

La posibilidad de crear piscinas en función del uso o de los materiales, solo te lo van a permitir las piscinas de obra

Cuando se construye una piscina, se pueden elegir los materiales con los que se desea revestir. Eso es una gran utilidad, puesto que tendrás tu piscina con los materiales y colores deseados. Los materiales de construcción, como el hormigón o la cerámica, son muy resistentes, por lo que podríamos decir, que una piscina de obra puede durar toda la vida.